jueves, 13 de noviembre de 2008

Sabana, Selva virgen y Pradera


Selva virgen

Sabana

Pradera












SABANA
Las sabanas son biomas propios de los trópicos. Se encuentra en extensas regiones de África, Asia, Australia y América del Sur. En ellas predomina la vegetación herbácea. Sin embargo, no carecen de árboles, aunque éstos se encuentran dispersos.
El suelo de la sabana es arcilloso e impermeable. Una característica propia de este bioma es la alternancia de una estación húmeda y otra seca. La estación seca es muy árida, característica que facilita la propagación de incendios. El fuego agiliza el crecimiento de las hierbas y frena el desarrollo de los árboles, acelera la mineralización del suelo y el crecimiento de las plantas que se adaptan a esas condiciones.

LA SABANA AFRICANA
En la sabana africana, que ocupa el este del área central de África, se registran temperaturas medias de 23º C, con precipitaciones anuales de 600 mm. No existe una frontera bien determinada entre el bosque y la sabana. En África el terreno boscoso se interna en la sabana por medio de especies arbóreas de hojas caducas, es decir, que caen en la estación seca. Los árboles más frecuentes son acacias y baobabes. Este bioma está poblado de antílopes, cebras, jirafas de más de cinco metros de altura, rinocerontes, elefantes, búfalos y grandes mamíferos carniceros.
Las plantas herbáceas -hierbas, pastos y gramíneas- son típicas de las sabanas. Hace 50 millones de años el régimen de lluvias de la Tierra sufrió un cambio. En vastas zonas se difundieron las herbáceas en perjuicio de los árboles.
Los animales de selvas y bosques acudieron atraídos por la abundancia de alimentos. La clave de la continuidad de las gramíneas y otras herbáceas en las sabanas consiste en su gran adaptabilidad por un lado, y por otro, en el hecho de que brotan a ras del suelo e inclusive, en muchas especies, debajo de él. Esto permite que los animales herbívoros se alimenten sin destruir la planta, que puede seguir creciendo.
Dado que las gramíneas en épocas de sequía aumentan su contenido de celulosa y ésta dificulta su ingestión, los animales de la sabana desarrollaron molares más duros y, en el caso de los rumiantes, un estómago dividido en cavidades para facilitar la digestión.

PRADERA
En zonas donde la pluviosidad es insuficiente para el desarrollo de bosques, surgen las praderas templadas, que se caracterizan por la presencia de vegetación herbácea. En América del Norte este bioma se extiende desde el río Missisipí al este y los Grandes Lagos al nordeste hasta las montañas Rocosas en el oeste. La región de praderas de América del Sur es conocida como pampa. Abarca el sur de Brasil, Uruguay y el centro-este de Argentina; toda esta región de pastos naturales se explota para la agricultura y la ganadería y allí se han establecido numerosas industrias.
La pradera es el bioma donde se puede observar con claridad la influencia de la mano del hombre. En la Argentina, las regiones más húmedas son explotadas para cultivos de como trigo, maíz, avena, cebada y centeno, y las más secas ha dedicadas a la ganadería, ante todo ovina y bovina. Pero no siempre esa tarea se hizo con el cuidado necesario desde el punto de vista ecológico. De las praderas de América del Sur son originarios roedores y otros animales pequeños: vizcachas, maras y cuises, armadillos como los peludos y mulitas, comadrejas, lagartijas y zorros. Entre las aves se encuentran ñandúes, perdices americanas, lechuzas, patos, martinetas, chajáes, teros, chimangos y caranchos. De las especies de pájaros que pueblan los sitios arbolados se distinguen horneros, cardenales, calandrias, benteveos, tijeretas, churrinches y picaflores. En las regiones de pajonales abundan los pechos colorados, las cachirlas y los chingolos.
En América del Sur corren peligro de extinción el puma y el venado de las pampas. En América del Norte los bisontes, que hasta el siglo pasado formaban grandes rebaños, ahora viven en reservas naturales. Por otra parte, también son animales característicos de esas praderas el tejón americano, la mofeta rayada y el coyote. En las praderas asiáticas se encuentra el antílope saiga, que también frecuenta las estepas.
La fauna de la pradera cumple un papel fundamental en la preservación del equilibrio natural, esencial para la cadena alimentaria. Numerosas especies de animales excavadores de las praderas, al remover el suelo, modifican el contenido mineral de éste y posibilitan el crecimiento de las especies vegetales.